cuando quieres dar una sorpresa. cuando piensas en los detalles, te esfuerzas y eres feliz pensando en la felicidad que suscitarás. y la espera se transforma en alegría. y luego, plof, basta una llamada, una frase inocente o un retraso para que todo salte por los aires y tú te quedes con las manos vacías.
así es. hay instantes en que todo parece posible y todo puede cambiar. en que todo está al alcance de la mano. fácil y bonito. pero de repente llega la duda, el miedo a equivocarse y a no haber entendido bine lo que el corazón siente de verdad. y puf. nada. una promesa fallida.
acceso directo a una tarde perdida sentada en un banco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario