bienvenido al misterio.

no duermas para descansar, duerme para soñar. porque los sueños están para cumplirse.



domingo, 15 de abril de 2012

me sobran cien excusas.

una vez vi una película en la que el protagonista hablaba de lo triste que es hacer el amor por última vez sin saber que es la última vez. lo mismo pasa con todas las cosas de la vida: el último beso, la última carcajada, la última taza de café, la última puesta de sol, la última vez que te pones debajo de un aspersor para que te moje, la última vez que comes un helado de cucurucho y te pones perdida, la última vez que sacas la lengua para atrapar un copo de nieve. nunca se sabe.
pero creo que es mejor así, porque si no sería casi imposible despedirse. saber que vas a hacer algo por última vez es como pensar que tienes que lanzarte por un precipicio: lo único que quieres hacer es tirarte al suelo y olerlo, besarlo, aferrarte a él con todas tus fuerzas. supongo que todas las despedidas son como lanzarse al vacío. lo peor es decidirse. luego, cuando ya estás en el aire, no te queda más opción que dejarte ir.

habría cambiado todo mi futuro por tachar los dos últimos minutos. lo que fuera.

acceso directo a un timbrazo en mitad de la noche. a acercarse a abrir la puerta y encontrarte con la última persona que creías que iba a llamar a tu puerta.

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