juro que era más guapo que cualquiera.

cuéntale que le extraño y que me siento seca. igual que un perro a cuadros, igual que un gato azul. a la hora del atraco y la pasión, cuando el infierno acecha en la escalera... a la hora de abrazar, a la hora de matar. cuando los besos saben a alquitrán, cuando las almohadas son de hielo, cuando el enfermo aprende a blasfemar... cuando no salen trenes para el cielo, a la hora de maldecir, a la hora de mentir.
cuando ladran los perros del amanecer.

y supe, al fin, a qué saben los aplausos y los besos y el alcohol y la resaca y el humo y la ceniza y lo que queda después.

acceso directo a un paseo durante horas por tu ciudad preferida, sin rumbo fijo.