bienvenido al misterio.

no duermas para descansar, duerme para soñar. porque los sueños están para cumplirse.



martes, 25 de marzo de 2014

a veces las horas pueden durar minutos y, a veces, un segundo puede durar toda la vida.

click aquí para transportarse a ese momento esperado durante años que nos llega por fin con sabor agridulce.

chicos, no voy a mentir, aquel fue un fin de semana muy largo. con más altibajos de los que puedo contar. fue un camino difícil y retorcido que nos llevó hasta el final del pasillo, y no todo el camino fue perfecto. para ser honesto, no todo lo que vino después fue perfecto tampoco. pero, ¿hay algo que lo es? aquí está el secreto, chicos: ninguno de nosotros puede prometer ser perfecto. al final, lo único que podemos hacer es la promesa de amarnos con todo lo que tenemos, porque amar es lo mejor que sabemos hacer. y en aquella hermosa tarde de primavera, eso fue exactamente lo que se prometieron el uno al otro. y fue legendario.



el amor no tiene sentido. es decir, no puede enamorarte o desenamorarte de alguien utiizando la lógica. el amor es completamente absurdo, pero tenemos que seguir viviéndolo o si no estaremos perdidos, el amor moriría y la humanidad debería darse por vencida. porque amar es lo mejor que sabemos hacer. mira, sé que suena algo cursi, pero es la verdad. tú le quieres y él te quiere, y no tiene que tener sentido que tenga sentido.

miércoles, 19 de marzo de 2014

festín de cuervos.

click aquí: little lion man.

-¿un hombre quebrado es un bandido?
-más o menos. más menos que más. hay muchos tipos de bandidos, igual que hay muchos tipos de pájaros. tanto el andarríos como el pigargo tienen alas, pero no son lo mismo. a los bardos les gustan las canciones de hombres buenos que se ven forzados a saltarse la ley para combatir a un señor malvado, pero la mayoría de los bandidos se parecen más a un perro rabioso que a un revolucionario. son hombres malvados, instigados por la codicia, amargados por la vida taimada; desprecian a los dioses y sólo se preocupan por sí mismos. los hombres quebrados pueden ser igual de peligrosos, pero también son dignos de compasión. casi todos son gente sencilla, hombres del pueblo que nunca habían estado a más de media legua de la casa en la que nacieron hasta que un día, un señor cualquiera se los llevó a la guerra. mal vestidos y mal calzados, marchan tras sus estandartes, a veces sin más armas que una guadaña o una hoz, o una maza que se han hecho a ellos mismos atando una piedra a un palo con tiras de cuero. los hermanos marchan con los hermanos; los hijos, con los padres; los amigos, con los amigos. han oído las canciones y las anécdotas, así que caminan con el corazón anhelante, soñando con las maravillas que verán, con las riquezas y la gloria que conseguirán. la guerra les parece una gran aventura, la mayor que vivirá la mayoría de ellos.
luego prueban el combate.
algunos se quiebran nada más probarlo. otros aguantan años, hasta que pierden la cuenta de las batallas en las que han intervenido, pero alguien que sobrevive a cien combates puede quebrarse en el ciento uno. los hermanos ven morir a sus hermanos, los padres pierden a sus hijos, y los amigos pierden a sus amigos. ven caer al señor que los llevó allí y, de pronto, otro señor les grita que ahora lo sirven a él. reciben una herida y, cuando aún la tienen a medio curar, reciben otra. nunca tienen comida suficiente; el calzado se les cae a pedazos de tanto caminar; la ropa se les desgarra y se les pudre. si quieren unas botas nuevas o una capa más caliente tienen que quitársela a un cadáver, y no tardan en robar también a los vivos, a los aldeanos en cuyas tierras luchan, a hombres con los que eran antes ellos mismos. y un día miran a su alrededor y se dan cuenta de que todos sus parientes y amigos han desaparecido, de que luchan al lado de desconocidos y bajo un estandarte que ni siquiera identifican. no saben dónde están ni cómo volver a su hogar; el señor por el que luchan no sabe cómo se llaman, pero está ahí siempre, gritándoles que formen una línea con sus lanzas y espadas para defender la posición. y los caballeros caen sobre ellos, hombres sin rostro envueltos en acero, y el retumbar de su ataque parece llenar el mundo.
y el hombre se quiebra.


da media vuelta y huye, o se arrastra entre los cadáveres de los caídos, o se escabulle en plena noche y busca un lugar donde esconderse. a esas alturas, los hombres quebrados ya ni piensan en volver a casa. los reyes, los señores y los dioses les importan poco. viven de día en día, de comida en comida; son más animales que humanos. en estos tiempos que corren, los viajeros deben cuidarse de los hombres quebrados y temerlos… pero también deberían compadecerlos.

viernes, 7 de marzo de 2014

con cadena de oro o pata de palo, allí estaremos.

el emperador escribe: "¿cómo debería ser?" deberías ser como el acantilado contra el que la incesante marea choca continuamente. se mantiene firme mientras que el mar revuelto es obligado a calmarse a sus pies. oigo que dices: "¡qué desgracia que esto me haya pasado a mí!". pero no deberías pensar eso, para nada. sería mejor que dijeras: "qué afortunado soy por no estar destrozado por todo lo que ha pasado y por no estar asustado de lo que va a pasar". el mismo golpe puede golpear a cualquiera, pero no todos van a aguantarlo sin protestar ni quejarse.


ella tomó su decisión. ¿por qué? no lo sé. quizá por resentimiento, quizá por fuerza...a saber por qué. para ser totalmente sincero, no me importa, porque en cuanto empecé a escoger en base a sus decisiones, le dí muchísimo más poder sobre mi vida del que me resulta cómodo ceder a un perfecto extraño. la culpa es natural. también desaparece, si le dejas. pero perder el trabajo de toda una vida... eso no se va tan fácilmente.

acceso directo al puerto de nassau.

martes, 4 de marzo de 2014

y así llegó el invierno.

es como uno de esos días de invierno en los que hace tantísimo frío en la calle. eso no quiere decir que sean menos bonitos que los días de sol o de calor, o que no puedan disfrutarse de la misma manera en que disfrutarías de ellos. hay miles de cosas que puedes hacer un frío día de invierno que no puedes disfrutarlas en un día de verano o de calor. puedes beber chocolate caliente hasta entrar en calor, o tumbarte en el sofá enroscado alrededor de una manta. puedes ver llover desde el cristal y ver cómo se va empañando poco a poco por el frío que hace fuera de casa. otra cosa que puedes disfrutar un día de invierno y no uno de verano es la agradable sensación de pegarte a un radiador y sentir que está caliente, o el alivio y el calor que te invade cuando te metes en la cama por la noche. también puedes salir con gorros, bufandas y guantes de casa, quejarte del frío, abrir el paraguas bajo la lluvia y olvidártelo en cualquier sitio. hoy alguien me ha dicho que los paraguas están hechos para ser olvidados en todas partes, y me ha parecido algo tan cierto que tenía que compartirlo.


pero sin duda, lo que más me gusta ver un día como hoy, y lo que más miedo me da sin ninguna duda es el mar. también el mar se enfurece durante el verano, pero si el cielo está de color azul y hace sol y calor, uno no se lo toma tan en serio. hay que ver el cielo gris cada vez más oscuro, escuchar los truenos y sentir la lluvia y la salpicadura del agua salada en la cara para darte cuenta de la fuerza que tiene el mar, y lo precioso, destructivo y peligrosísimo que puede ser, especialmente, en un día de invierno.

acceso directo a cuarenta y ocho minutos de contemplar la lluvia golpeando en un cristal con una manta alrededor de los hombros y una taza de chocolate caliente en la mano.