coge esa camisa que nunca te pones porque piensas que es demasiado verde. hoy el día es demasiado gris, podrías necesitarla. y no te olvides del sombrero. todo el mundo debería tener un sombrero, y salir a la calle y quitárselo al pasar junto a un desconodido, deseándole un buen día. y prueba a ponerte un calcetín de cada color, y ríete internamente porque nadie, salvo tú, va a darse cuenta. quizá el hombre que está sentado a tu lado en la parada del autobús fumando un cigarrillo tras otro y arrebujado en su abrigo de michelín también lleva un calcetín de cada color. o una camisa demasiado verde. coge el bolso o la mochila más grande que tengas y llénalo de cosas que, en principio, pueden resultar innecesarias. luego, a lo largo del día, búscales una utilidad, sabrás encontrarla. vete al rincón más alejado de la ciudad, o al sistio al que menos sueles ir, y quédate allí un rato pensando en los motivos por los que nunca vas. llama al telefonillo de la casa de tu mejor amigo y dale una sorpresa, sólo para que veas que te acuerdas de él. cómprate una bufanda que pegue con tu camisa demasiado verde y unos pendientes que hagan juego con tus calcetines de distinto color... o no. total, nadie va a saber cómo son tus calcetines. pero tú sí, eso es lo que importa. los demás no. finge ser un turista en tu propia ciudad, y pregúntale a alguien cómo llegar a algún sitio. dale las gracias cuando te haya indicado y márchate en dirección contraria. cruza la calle pisando sólo las líneas blancas del paso de cebra, y apura hasta que el muñequito del semáforo eche a correr justo antes de ponerse en rojo de nuevo. tómate un café mientras lees el periódico al revés. nadie quiere ver malas noticias en estos momentos.
y sonríe. sonríe porque el día ha sido especial, y porque has hecho algo distinto y espontáneo. y vuelve a casa feliz, y no le cuentes a nadie lo que has hecho. todos necesitamos guardarnos algo para nosotros mismos, algo que nos caracterice y nos proteja. algo que podamos recordar cuando las cosas vayan mal, sin que nadie más pueda influir en ellos. guárdalo en tu memoria y consérvalo como un tesoro, aunque luego esos recuerdos no hayan dado frutos en el futuro.
acceso directo a un día gris aprovechado para hacer todas esas pequeñas cosas que te hacen feliz, sin que nadie pueda hacer nada para evitarlo.
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