me dijo que levantara la vista al cielo y que mirara las estrellas. así que miré hacia arriba y estábamos bajo una cúpula gigante como una bola de cristal de esas con nieve artificial, y me dijo que aquellas increíbles estrellas blancas en realidad eran sólo agujeros en el cristal negro de la cúpula, y que cuando ibas al cielo, el cristal se rompía, y lo único que había era un manto blanco de estrellas, que es más brillante que nada pero no te hace daño en los ojos. era un espacio vasto y abierto y de un silencio frágil, y me sentí muy pequeña. a veces miro afuera y pienso que un montón de gente ha visto antes esa misma nieve. igual que pienso que un montón de gente ha leído los mismos libros. y escuchado las mismas canciones.
supongo que lo que estoy diciendo es que todo eso resulta demasiado familiar. pero no familiar para mí. sólo sé que otro chico o chica ha sentido esto. el momento en que fuera todo está tranquilo y ves cómo se mueven las cosas, y no quieres, y todo el mundo está dormido. y todos los libros que has leído los ha leído también otra gente. y todas las canciones que te han encantado las ha oído otra gente. y ese chico que te parece guapo es también guapo para otra gente. y sabes que si hubieras tenido eso en cuenta cuando eras feliz, te habrías sentido genial, porque estás describiendo la unidad. es como cuando estás loca por un chico y ves una pareja de la mano, y te alegras mucho por ellos. y otras veces ves a la misma pareja y te saca de quicio. y te gustaría alegrarte siempre por ellos, porque sabes que, si lo haces, significa que tú también eres feliz.
acceso directo a tomar una limonada en la misma terraza de siempre con los amigos de siempre discutiendo sobre si las nuevas generaciones son mejores que las anteriores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario