él me dice que no pasará nada, que nos tenemos los unos a los otros. podemos lograr que comprendan todo de una forma que los haga más valientes. pero un día tendré que explicarles lo de mis pesadillas, por qué empezaron y por qué, en realidad, nunca se irán del todo. les contaré cómo sobreviví. les contaré que,
cuando tengo una mañana mala, me resulta imposible disfrutar de nada porque temo que me lo quiten. entonces hago una lista mental de todas las muestras de bondad de las que he sido testigo. es como un juego, repetitivo, incluso algo tedioso después de todos estos años. aún así, sé que hay juegos mucho peores.
este es mi consejo, el que no me has pedido: haz lo que yo hice. decide estar bien hasta el final de la semana, oblígate a sonreír porque estás vivo. ese será tu trabajo. y hazlo otra vez la siguiente semana, y la siguiente. hazlo bien, con una sonrisa, o no lo hagas.
acceso directo a las pequeñas personas que son capaces de mostrar sinceridad y de iluminar el mundo con sólo una sonrisa.
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