me cuentan que el olvido no te sienta tan mal. la paz que has elegido es peor que mi guerra. aquella cama nido parece un hospital. yo, en cambio, no he sabido ir a favor del viento que muerde las esquinas de esta ciudad impía.
ni yo mato por celos ni tú mueres por mí. antes de que me quieras como se quiere a un gato me largo con cualquiera que se parezca a ti.
acceso directo a un duro reconocimiento de reticencia a olvidar, pero con resentimiento.
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