si tuviera que describirle empleando una metáfora diría que es como un rayo de sol. su mera presencia basta para iluminar un día gris. siempre es bienvenido. en otoño para demostrar que incluso lo triste es bonito a su manera. en invierno para quitarme el frío y abrigarme el corazón. en primavera para ayudarme a apreciar los colores de todo lo que nace a mi alrededor. en verano para hacerme sonreír, para ponerme morena y para sofocarme hasta deseas con todas mis fuerzas un baño de agua helada. su presencia me alegra siempre, tanto si le veo de lejos como si le tengo tan cerca que me quema. por la mañana, cuando se despierta y va eliminando la oscuridad de la noche o por la tarde, cuando se despide hasta el día siguiente. todos le quieren, pero nadie puede atraparle. al fin y al cabo ¿se puede atrapar un rayo de sol?...
todo eso de que los besos de ciertas bocas saben mejor es un cuento que me sé desde el día en que me dio dos besos y me dijo su nombre.
acceso directo a un ejemplo de que a veces la belleza no siempre se encuentra en los sitios más esperados.
es tan triste la noche que tu canción sabe a derrota y a miel.
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