esa sensación única de sentir que se acerca la hora. ver moverse las manecillas del reloj poco a poco y contar mentalmente los minutos que te quedan. reunirte con esas personas en el lugar señalado y empezar la noche sin saber cómo va a terminar. reír con ganas y hablar bien alto sin preocuparte de quién estará escuchando, y soltarte lo suficiente como para que no te importe de lo que sucede a tu alrededor.
y disfrutar sin preocuparte y sin pensar en lo que tienes que hacer mañana.
acceso directo a la música que suena mientras te arreglas un sábado antes de salir de fiesta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario